domingo, febrero 11, 2007
Creo en la vida
Creo en la vida. En ese mínimo de ternura que nos permite vivir como gente civilizada. Y por eso he vuelto a escribir.
Fui testigo de la agresión a una amiga. Su esposo la golpeó frente a mí. Sí, sé que yo misma aconsejaría que no me metiera donde nadie me llama, al menos no en ese momento. Pero no lo hice así y me metí, intervine quizá tal alterada como él. Le dije al esposo de mi amiga que no la golpeara.
Desfigurado por la rabia que tenía, me advirtió que no me metiera, que gritó que me largara y me amenazó con que me golpearía también si no lo hacía. Me negué a irme, y al contrerio, le dije que si me tocaba un pelo yo sí lo mería a la cárcel.
Diciendo grosería y media salió de la casa, mientras me qudaba con mi amiga a hablar con ella.
Quizá el final de esta historia es lo no común: Mi amiga me dijo que su esposo está yendo a un grupo para hombres violentos, porque no quería hacerle más daño a mi amiga. Que qeuría romper con esa espiral de violencia en la que él había crecido, y que estaba dispuesto a cambiar la asociaición violencia-masculinidad.
Por eso hoy creo nuevamente en la vida.
Porque no sólo las mujeres vivimos y sufrimos la violencia.
También los hombres.
Y hay algunos de ellos dispuestos a cambiar esta sociedad. A mejorarla, y a vivir en paz con su gente.
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